viernes, 9 de marzo de 2012

LOS RELATOS GANADORES DEL I CONCURSO LITERARIO "CUÉNTAME DE TÍ"

SUDAKYA STYLE ENTREGA ELS PREMIS DEL PRIMER CONCURS LITERARI CUÉNTAME DE TÍ


08/03/2012

Convocat amb motiu del Dia Internacional de la Dona

SUDAKYA STYLE ENTREGA ELS PREMIS DEL PRIMER CONCURS LITERARI CUÉNTAME DE TÍ Coincidint amb el dia 8 de març, Dia internacional de la Dona, a les 13 h. Sílvia Llanto i Cynthia Ribera, responsables del programa de Mataró Ràdio Sudakia Style han fet entrega dels Premis del I Concurs Literari CUENTAME DE TÍ.

El Jurat del Concurs -format per Sílvia Llanto, Directora i presentadora del programa Sudakia Style, Maria Bermúdez, en representació del Centre d'Informació i Recursos per a les Dones de l'Ajuntament de Mataró, i Glòria Farrés, crítica literaria del diari Avui-, en aquesta primera edició ha decidit atorgar els següents premis:

1er. Premi Local al relat Cuento Dos mujeres, escrit per Anna Cabot i Badia Bouia.

1er. Premi al relat Las noches se quedaron chicas, escrit per Alicia Cancela.

Així mateix, el Jurat va volgut fer una Menció al relat La mare, de Mònica Aroca Ferran.

El I Concurs literari Cuèntame de tí, convocat en memòria de la lluitadora social Mariel Araya, he recollit escrits provinents de diferents municipis del Maresme i el seu objectiu ha estat no oblidar el que encara falta per treballar per la igualtat de gènere i per donar veu i visibilitat a les dones que dia a dia s'han d'enfrontar a la seva condició de ser dona, mare, treballadora i immigrant.

A continuació us oferim els 3 relats guanyadors:


1er. Premi
Las noches se le quedaron chicas para tanto insomnio, per Alicia Cancela.

A la pobre, las cosas se le pusieron feas y lloró bajito hasta secar los estanques de sus
ojos.
Recorrió del derecho y del revés, el pasillo que iba de su habitación al cuarto de baño después de cada vomitona.
Pensó que si doña Inés se despertaba, no había otra, que inventarle un cuento, aunque sólo fuera para salvar el día. De sobras la vieja era un sabueso para la desgracia ajena.
Cuando no le quedaron ni tripas que devolver, cayó flaca, amarilla y sudorosa sobre una cama tan estrecha como su futuro.
Los ojos abiertos del miedo se le quedaron clavados en el techo, donde la humedad había dibujado un extraño planisferio.
Las manos fueron a cruzarse sobre el vientre como un cielo para el desamparo.
No iba a ser fácil encontrar otro empleo, sin papeles como estaba y en poco tiempo con una panza que no podría esconder.
Había engañado al destino, pero él tan pertinaz como la muerte, no tardó en dar con sus pequeños huesos.
La frontera del exilio quedó pegadita a la del miedo y amaneció encogida, con las rodillas abrazadas a un sueño de hielo.


1er. Premi Local
Cuento Dos mujeres, escrit per Anna Cabot i Badia Bouia.


Erase una vez un autobús cargado de bostezos, a las 7 de la mañana de un día de Julio. Una vez apeadas, Carmen y Fátima, echaron a andar como siempre por el barrio alto de la ciudad. El veranito se estaba haciendo notar, el sol pegaba fuerte, aunque a aquella hora el sol aún era una inocente bola naranja que flotaba sobre el mar, en el horizonte.
- Ay, pobrecilla, ¡fíjate! - pensaba Carmen, - eso debe ser un infierno, siempre tan tapada, seguro que el moro que tiene en casa prefiere matarla de calor a que otro le vea la cara, ¡Hay que ver, si es que no le da el aire en el cuello.¡Un día de esos la tengo que recoger del suelo!
Fátima, más joven, iba unos pasos por delante, y sentía los ojos de su vecina de autobús clavados en su trasero: - ¡Me mira como a un perro hambriento! ¡Qué mujer! Un día de estos me echa un mendrugo de pan para que lo coja al vuelo. Tendré que enseñarle el carnet para que vea que también soy de este mundo.
Carmen se hacía entender en el andaluz cerrado que había heredado de sus padres, llegados con la postguerra. Cinco hermanos, ella la segunda, y lo de siempre, abandonó los estudios para cuidarlos a todos cuando enfermó su madre. De eso hacía ya mucho. Ahora tenía un joven panadero catalán en casa y 2 rubias que iban para enfermeras, estaba orgullosa. ¿Ella catalana? Psé, era lo que era, ni fu ni fa, simplemente la Carmen.
Fátima dejó Ksar el Kbir a los 17 años, la mandaron porque tocaba, 10 hermanos detrás y sin el padre... Algo había que hacer, debía pasar el estrecho. Su madre correteó lo suyo para conseguirle el visado, para entrar por la puerta grande. Alguien lo arregló a precio de amigos, o quien sabe, que Alá la bendiga, pensó Fátima, que Alá la tenga en su gloria. Fátima sabía que carne fresca o nada. Y solía pagar la joven, primero un contacto, después otro, después los hombres de la casa durante la larga espera. Y al dejar la patera la joven había perdido mucho más que la esperanza, no le quedaba más que el burdel. El viaje dejaba una pesada huella, convertía en muy poco tiempo a una recatada joven musulmana en una "bailarina", con el alma seca.
Ya en Cataluña Fátima conoció a Mohamed. Y prontó llegaron los embarazos, y las noches en blanco. No había tiempo ni fuerzas para pensar: de día las casas, de noche los niños o la residencia de ancianos, y el sábado... había que jugar a inventar historias de sultanes para abrazarse a la vida, y para alegrar a Mohamed, que estaba en paro, herido en su alma de joven macho mutilado, herido de tantos sueños rotos. Fátima había aprendido a encoger su cansancio y hacerlo pequeño, invisible, casi inexistente.
Aquel día de Julio, unos pasos más allá, alguien gritó detrás de ella - ¡Adió, niña! - Fátima se volvió: ¡era Carmen! Por primera vez la había saludado... - ¡Adios!- respondió Fátima, con una sonrisa iluminada- Hasta la vuelta, no se canse! Así empezó. De vuelta al autobús charlaron, y al otro día más, y al otro más. Carmen le hablaba a gritos, como si fuera sorda, para hacerse entender. Y a gritos la convenció para ir a merendar un día a su casa.
- Señora Carmen, su madre era también "mora", como yo?
- Qué cosas tienes, Fátima, ¿a qué viene eso? Anda, cómete los churros.
- No, es por la foto, como que también lleva pañuelo...
- !Ah, eso! Eso no es por mora, hija, es por antigua, así se iba en los pueblos, por aquel entonces, iban todas así, hija, hay que ver.
- Ah, vaya... ¿Y siempre de color negro?
- Bueno, es que era la costumbre, cuando las mujeres enviudaban...
- ¿Viudaban?
- ¡Fátima, hija, a ver si aprendes! Pues... cuando el hombre se iba al otro barrio, cuando estiraba la pata, cómo lo decís vosotros?
- ¿Y las que están con ella en la foto también son viudas?
- Que no, niña, que nooo... era por... ¡sería por costumbre! Jo, niña, cuánta pregunta, déjate ya de preguntas que se enfría el chocolate, ea.
Aprendieron de costumbres. Supieron también que las dos habían cuidado a sus hermanos, que las 2 habían sustentado a la familia, que las dos eran extranjeras... Que las 2 eran mujeres, y sentían como mujeres, y reían como mujeres... Y se pasaron la receta primero, y la revista y el libro de versos después. Y fueron de rebajas, y a alguna reunión del centro cívico. Y se olvidaron, a ratos, que eran de aquí o de allá. Y a ratos reivindicaron a gritos sus principios como intocables, como las bases del universo. Y por encima de todo, se dieron la mano, y aprendieron a reirse juntas, especialmente de los mezquinos del mundo, empeñados en buscar y alimentar diferencias.
Y colorín, colorado, este cuento... no se ha acabado. Por suerte, no ha hecho más que empezar.



Menció
La mare, de Mònica Aroca Ferran.

Avui la mare ha marxat a treballar més d'hora que mai. M'ha despertat el so de la cullereta dringant dins la tassa de te a la cuina. Tan d'hora els sons es fan grans i omplen el silenci del matí.
M'he llevat per dir-li adéu i desitjar-li un bon dia. Es pentinava els seus cabells negres abans de recollir-los dins el bonic hijab blau. M'agrada l'olor dels cabells de la mare, el tacte suau de la seva cabellera.
Li he fet companyia mentre es prenia el te del matí. La seva aroma em transporta als estius a casa els avis, aquella època feliç de llibertat absoluta, sense horaris, amb els amics al carrer, les mans a la cuina de l'àvia ajudant a fer els dolços que ens endurem a la tornada, el color del cel als vespres, quan asseguts al carrer, a la porta de casa els avis, escoltem les històries que ens explica alguna veïna que n'ha viscudes moltes....
I la tornada a casa: els amics retrobats, la tornada a l'escola, el desig de compartir les aventures passades... i la tristesa als ulls de la mare, que deixa un trosset d'ànima en cada viatge, perquè enyora tot allò que va perdre un dia que va marxar amb el pare per cercar un futur millor per a nosaltres.
És valenta i forta, la mare. És molt lluitadora i per això l'admiro i m'hi emmirallo.
Surt el sol. La mare ha de marxar a la feina. Ens fa un petó a mi i als meus germans. La seva besada té gust de mel. Li prometo que sortirem amb temps suficient per no arribar tard a l'escola.
Ens veurem en sortir. Farà l'impossible per venir a recollir-nos. Ens estarà esperant amb el berenar a la mà i aquest somriure dolç i tendre que tant m'agrada.






Vols compartir la noticia: Compartir al Facebook Compartir al Twiter Compartir al Google Compartir a Meneame

En el siguiente enlace pueden escuchar la lectura de los relatos en la voz de sus creadoras.

http://www.ivoox.com/2012-03-08-sudakia-style_md_1095603_1.mp3


"CUÉNTAME DE TÍ" finaliza así su primera edición , con la satisfacción de quién ha aportado su pequeño granito arena, al abrir  un espacio dónde todas podemos reflejar en sólo una hoja , el mundo que nos ha tocado vivir. En el Día Internacional de la Mujer , tenemos presente que aún queda mucho por hacer, que la lucha es diaria y en ella todas y todos debemos unirnos.

Desde "Sudakía Style" felicitamos  a todas las que se animaron a enviar sus mini-relatos y a  aquellas que no lo hicieron , las animamos a participar en las próximas ediciones.





 

 

 

 

4 imatges

3 comentarios:

  1. Un error en el segundo apellido de Mónica Aroca, debe decir Mónica Aroca Farrerons.

    ResponderEliminar
  2. Em va agradar molt:
    Cuento Dos mujeres, escrit per Anna Cabot i Badia Bouia.

    ResponderEliminar
  3. Y se hace mucho más especial al escucharlo a dos voces.

    ResponderEliminar